Además de Unicef y el PMA, otros socios locales e internacionales estratégicos contribuirán a la financiación.

Para proporcionar acceso vital a una educación de calidad para niñas y niños afectados por la violencia, la inseguridad y el desplazamiento forzado en Haití, el fondo mundial Education Cannot Wait (ECW), Unicef Haití y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunciaron una subvención de respuesta de emergencia de 2,5 millones de dólares.

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El donativo se traducirá en incentivos para el regreso a las escuelas, en programas de alimentación, educación en la primera infancia, así como la inclusión de personas con discapacidad, salud mental y apoyo psicosocial. Además, garantizará transferencias de efectivo a familias necesitadas y otros tipos de apoyo, para permitir el acceso a entornos de aprendizaje seguros.

De acuerdo con Naciones Unidas, el objetivo de la contribución es llegar a 75.000 niños y adolescentes en los departamentos más afectados de Oeste, donde se encuentra la capital, y Artibonite. Asimismo, intentará «proteger a niñas y niños de los graves riesgos de la violencia sexual, el reclutamiento forzado en grupos armados y otras violaciones de los Derechos Humanos», aseguró la directora ejecutiva de ECW, Yasmine Sherif.

La responsable del fondo mundial para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas de Naciones Unidas afirmó: «Los líderes mundiales no deben dar la espalda a las niñas y los niños de Haití. Estos niños, maestros y familias han visto sus Derechos Humanos y su dignidad humana arrebatados de sus manos por actos brutales de violencia, desorden y caos”.

Mientras las escuelas se cierran o se utilizan como centros para desplazados, Bruno Maes, representante de Unicef en la nación caribeña, lamentó la situación. «La crisis educativa que se está desarrollando en Haití está muy cerca de convertirse en una tragedia educativa”, aseguró.

Maes agradeció a ECW, por su apoyo y compromiso. Con este fondo, el aporte de la organización a Haití asciende a 158 millones de dólares, así lo registra la ONU. Sin embargo, ECW y sus socios instan a líderes mundiales a movilizar otros 600 millones de dólares para su «Plan estratégico tirenal».

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